Esta tarde voy a detenerme unos minutos en Michael Weikath, el guitarrista líder de la formación alemana Helloween, considerados precursores del estilo Power Metal, que se caracteriza por los arreglos melódicos, velocidad y técnica instrumental, guitarrista que lleva en el grupo desde 1984 hasta la actualidad. Michael nace en Hamburgo (Alemania) en 1962, es uno de los miembros fundadores de la banda. Además de su destacada presencia como guitarrista es compositor de buena parte de los temas más escuchados de Helloween: “Oernst Of Life”, “Doctor Stein”, “A Tale That Wasn´t Right”, “How Many Tears”, “Eagle Fly Free”, “Windmill”, entre otras, y especialmente “Keeper Of The Seven Keys”, a la que luego me referiré. A su talento con la guitarra y creatividad compositiva hay que añadir su intervención en los sintetizadores y coros del grupo.

Weikath es un músico que ha sido capaz de adaptarse a los cambios que una formación debe afrontar para seguir siendo referencia del Heavy durante más de 3 décadas, pasando de un sonido más primitivo y agresivo a otro más melódico y trabajado que dio sello de calidad a sus composiciones épicas, casi himnos, con un resultado emocionalmente potente y que ha llamado la atención de un público más heterogéneo y en buena parte ajeno al Heavy Metal tradicional.

Mi contacto con la música de Helloween comenzó con la canción “I want out” en el verano de 1988, cuyo vídeo era recurrente en aquellos tiempos y que parte de él se había rodado en San Sebastián, canción con unos solos de guitarra de Michael,-en particular los doblados de su parte final-, que llamaron mi atención al punto de interesarme por otros temas de la banda, interés justificado con el disco “Keeper Of The Seven Keys Part II”, en el que se integraba esa primera canción descubierta. Recuerdo especialmente en este disco la balada que da el mencionado título al álbum, y esos punteos agudos y efectistas del extraordinario Weikath, -en ocasiones portando una guitarra “de flecha” blanca-, coordinados con el otro guitarrista de la banda, Kai Hansen hasta 1988, o Roland Grapow a partir de 1989. Esta canción, que en los directos se prolonga cerca de un cuarto de hora, tiene también una preciosa introducción de guitarra acústica resuelta con extraordinaria fuerza con la irrupción de las guitarras eléctricas rítmicas, que se tornan en apenas unos instantes en líneas melódicas distorsionadas y perfectamente ensambladas, pese a la velocidad y dificultad técnica de su ejecución; una auténtica sinfonía del siglo XX con toda la fuerza atronadora de los instrumentos modernos, que consigue transmitir una teatralidad y dramatismo que no puede dejar a nadie indiferente.

La Discografía de Heloween en la que participó activamente Weikath abarca los siguientes ámbumes: “Walls of Jericho” (1985), “Keeper of the Seven Keys Part I (1987), “Keeper Of The Seven Keys Part II” (1988), “Pink Bubbles Go Ape” (1991), “Chameleon” (1993), “Master Of The Rings” (1994), “The Time Of The Oath” (1996), “Better Than Raw” (1998), “The Dark Ride” (2000), “Rabbit Don´t Come Easy” (1993), “Keeper of The Seven Keys- The Legacy” (2005), “Gambling with The Devil” (2007), “7 Siners” (2010), “Straight ot of Hell” (2013), y “My God-Given Right” (2015), además de sencillos, directos y compilaciones.

Michael Weikath es otro extraordinario compositor y virtuoso guitarrista que integra una histórica banda de Power Metal. A pesar de los años transcurridos desde su fundación siguen teniendo un gran éxito, que pude comprobar personalmente en el recordado concierto de las Fiestas de San Mateo en Oviedo, el 17 de septiembre de 2013, en el que la magia de la “Calabaza” enganchó a multitud de jóvenes que no habían aún nacido cuando se editó el sencillo  “I Want Out”, pero que lo disfrutaron y bailaron con la misma pasión que 25 años antes lo habíamos hecho gran parte de sus fans más generacionales. Quiero pensar que toda la magia que rodea a este grupo pueda hacer algún “truco” efectista para seguir cautivando en directo a nuevas generaciones.